Molaría tener a una rectora

El pasado miércoles se celebraron las elecciones a Rector de la Universidad de Murcia, en las que ganó de forma aplastante el catedrático de Derecho Civil, José Antonio Cobacho. Lo más sorprendente del proceso post electoral fueron las declaraciones de la candidata, Elena Quiñones, que en lugar de aceptar su derrota con deportividad se destapó con una frase para enmarcar. “Se ha demostrado que la Universidad es machista”.

Esta frase de mala perdedora supone un insulto a la inteligencia de todos los que no la votamos. Yo voté a José Antonio Cobacho por un motivo muy simple. Hace dos años tuve un pequeño problema que no tenía nada que ver con cuestiones académicas y a través de un profesor de Derecho de la Información, concerté una cita con José Antonio Cobacho, entonces decano de la Facultad de Derecho. Este hombre me trató con una exquisitez y una amabilidad que no he olvidado, y en correspondencia creí que era justo otorgarle mi voto, porque en aquella conversación José Antonio Cobacho me transmitió muy buenas vibraciones: las de un hombre accesible y honesto. En cambio a los otros dos candidatos (Elena Quiñones y Gabriel García) no los conozco personalmente. Así que mi voto estaba muy claro.

La candidatura de Elena Quiñones ha optado entre otras estrategias más o menos éticas (como la de organizar una fiesta en la que se ofrecía cerveza gratis a los alumnos) por la discriminación positiva. Muy mal asesorada estaba Elena Quiñones si pensaba que apelando continuamente a su condición de mujer iba a llegar al rectorado. Durante estos días en la Universidad se han podido ver carteles como “Molaría tener a una rectora” y se han oído frases como “Es importante que una mujer ocupe un cargo como este”.

Una vez finalizadas las elecciones, no sólo no ha aceptado su derrota, sino que ha seguido haciendo su papel de “mujer maltratada” con unas declaraciones impropias de una persona que aspira a un cargo como el de rector, y que a buen seguro van a ir en su contra, al menos en lo que a mi respecta, porque si dentro de cuatro años yo vuelvo a tener derecho a voto, estoy seguro de que votaré a cualquier persona que se presente contra Elena Quiñones, quien indirectamente me ha llamado machista.

¿Molaría tener una rectora? Pues sí, pero no a esta señora.